Pediatra y amigo
domingo, 8 de abril de 2018
Deportes en la infancia y adolescencia.
La infancia y adolescencia son periodos de la vida que se caracterizan por múltiples cambios fisiológicos y psicológicos y en los se establecen los hábitos nutricionales presentes y futuros. Así mismo, la edad escolar representa un periodo clave en el desarrollo de los hábitos de práctica física, ya que si se consolidan estas actividades en la infancia, se incrementa la posibilidad de que los jóvenes se conviertan en adultos activos.
La práctica deportiva en el niño y adolescente es una de las
actividades preferidas para el ocio. En estas edades se realiza
deporte para divertirse, pasarlo bien y aprender, pero también
para obtener el reconocimiento por compañeros, mejor integración y valoración dentro de un grupo. El adolescente siempre está pendiente de las opiniones que los otros tienen de él, por eso intenta mejorar sus habilidades deportivas y siempre se compara, sobre todo entre los 11 y los 13 años. En esta edad es cuando la motivación por ganar toma más importancia. La victoria se percibe como una superioridad sobre los rivales, con reconocimiento y
autoafirmación. Otra satisfacción que el adolescente busca en el deporte es mejorar su imagen y el atractivo corporal; sin ser realmente valorado como beneficioso para el mantenimiento de la salud y para reducir el riesgo futuro de enfermedades.
La actividad física supone un 25-30% del gasto energético total. Es el componente del gasto diario que más puede variar entre
individuos, pudiendo modificarse fácilmente mediante cambios
en la cantidad e intensidad de ejercicio físico o en los hábitos de
comportamiento. Es importante enseñar a los niños a tener un
estilo de vida saludable desde que son pequeños ya que los hábitos que se adquieren durante la infancia tienden a mantenerse durante el resto de la vida.
Beneficios de la actividad física en edad infantil y adolescente
Existen muchas investigaciones sobre los diversos beneficios asociados a la realización de actividad física regular en población adulta. No existe tanta investigación sobre los efectos beneficiosos sobre la salud en edades infantil y juvenil, aunque cada vez se van conociendo más datos al respecto. A continuación, se describen los efectos más beneficiosos de la actividad física sobre la salud en niños y adolescentes.
• Efectos sobre el peso:
reducción y posterior mantenimiento del peso, al menos del peso graso, especialmente si se asocia con una dieta adecuada.
La actividad física también contribuye a la prevención del sobrepeso y la obesidad, tanto en niños como en adultos. También disminuye el depósito de grasa abdominal.
• Efectos sobre el aparato locomotor:
Aumento de la densidad ósea, aumento de la masa muscular, fuerza y flexibilidad, mejora la coordinación y el control de los movimientos. Aunque el entrenamiento no afecta a la estatura definitiva, se considera que la actividad física es necesaria para un
proceso de maduración y de crecimiento corporal normal.
• Efectos sobre el aparato cardiovascular:
Prevención global de instauración de enfermedades cardiovasculares. Prevención y control de la hipertensión
arterial.
• Efectos sobre el metabolismo:
Mejora del perfil lipídico con disminución de triglicéridos y colesterol
unido a lipoproteínas de baja densidad, e incremento de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (HDL).
• Mejora de la sensibilidad
A la insulina, el metabolismo de la glucosa y el control
metabólico de diabéticos.
• Otros efectos:
Mejora de la función respiratoria, especialmente en obesos,
mejora molestias de espalda, estimulación del sistema inmunitario y reducción del riesgo de determinados tipos de cáncer.
• Efectos psicológicos positivos:
Aumento de la autoestima, disminución de la ansiedad y de la
depresión. Mejora la memoria y concentración y así puede aumentar el rendimiento escolar. Mejora las relaciones sociales,
fomenta la autoconfianza y la integración; previene el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas. Fomenta valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo…
Están demostrados todos estos efectos beneficiosos
de la actividad física sobre la salud. Sin embargo, el ejercicio
físico intenso y el deporte de competición se desaconsejan
durante la adolescencia y en cualquier otra edad cuando
producen agotamiento o fatiga extrema. Los aspectos
negativos están relacionados con la frecuencia de aparición
de lesiones. El daño tisular puede suponer la destrucción
de la membrana celular con efectos no sólo en el músculo, sino en otros territorios como el hígado e incluso el tejido óseo.
Las causas que desencadenan estos aspectos negativos no
están claras, pero cada vez existen más indicios de que se asocian con la formación de radicales libres.
Obesidad, pubertad y deporte en la edad pediátrica
La prevalencia de obesidad se ha incrementado de forma
alarmante a nivel mundial, y de manera paralela están aumentando las alteraciones metabólicas asociadas a la misma, tanto en el adulto como en la edad pediátrica.
La presencia de obesidad en edades tempranas constituye un factor de riesgo reconocido para el desarrollo de la obesidad en la época adulta, asociándose a mayor morbilidad a corto y largo plazo
con un substancial efecto en el riesgo cardiovascular.
La definición ideal de la obesidad se basa en el porcentaje de grasa corporal, lo que no es sinónimo de exceso de peso. El Índice de Masa Corporal (IMC)= Peso/Talla2 (Kg/m2) es el método clínico
estandarizado para definir la obesidad en los adultos y proporciona en los niños un índice razonable de adiposidad utilizando las gráficas adaptadas a cada población, edad y sexo. Desde un punto
de vista práctico, se puede considerar sobrepeso un IMC entre el p90 y 97 y obesidad cuando el IMC es superior al p97. En la actualidad, la obesidad es el trastorno nutricional más frecuente en la población pediátrica, habiéndose triplicado su incidencia en los últimos 30 años. En España, el estudio en niños, puso en evidencia que el 14% de la población española entre 2 y 24 años presentaban obesidad y el 12,4% sobrepeso. El incremento en la prevalencia de obesidad es debido a dos factores fundamentales, el exceso de la oferta de alimentos y la vida sedentaria.
Existen periodos de mayor riesgo para el desarrollo
de la obesidad en el niño y adolescente y es importante
identificarlos. En el niño, después de un aumento inicial del IMC en el primer año este disminuye, volviendo a aumentar de nuevo en el periodo conocido como rebote adiposo (de los 4 a 8 años). Este es el primer periodo de riesgo de obesidad persistente, independiente del riesgo de obesidad parental. En aquellos niños en los que el rebote comienza más pronto hay un mayor riesgo de obesidad
persistente. El segundo periodo de riesgo para el desarrollo de la
obesidad es la adolescencia. En la pubertad, en el sexo femenino aumenta la grasa corporal con acúmulo de esta en la región glútea mientras en los varones disminuye la grasa corporal pero su acúmulo es central. Es el depósito de grasa visceral el que aumenta
el riesgo cardiovascular. El riesgo de persistencia de la obesidad es mayor en las mujeres adolescentes, pero el riesgo de mortalidad asociada con la obesidad es más alto en los varones. La morbilidad en el adulto obeso es más elevada si ha existido previamente obesidad en la adolescencia. La pubertad es la fase del desarrollo humano que lleva a la adquisición de la madurez sexual y la capacidad reproductiva y supone el periodo de transición que
va desde la infancia hasta la edad adulta y en el que se producen una serie de cambios a diferentes y múltiples niveles.
La cronología de la pubertad es extremadamente variable
en función del componente genético (racial y familiar) y ambiental (nutricional-afectivoenfermedades crónicas). El inicio del desarrollo mamario es habitualmente el primer signo clínico de la pubertad femenina, acontece hacia los 10,5-11 años de edad. La primera regla o menarquia, suele aparece a los 18-24 meses del inicio del botón mamario. La edad de la menarquia está relacionada con factores genéticos y ambientales, y existe una relación entre sobrepeso y la edad de la menarquía. En la pubertad se produce una aceleración en la velocidad de crecimiento (brote ó estirón puberal) con un incremento en la talla que puede llegar a ser
de 20-25 cm durante unos tres años, una ganancia de peso significativa y cambios en la distribución regional de la grasa
corporal. En las niñas, la masa grasa es aproximadamente tres veces mayor en el estadio V de Tanner que en estadio I.
El pico de masa muscular en las mujeres coincide con la menarquia, y posteriormente se produce un descenso.
En todas las franjas de edad, existen diferencias en la práctica deportiva según el sexo, la participación masculina es siempre superior, más a partir de los 12 años cuando algunas chicas abandonan progresivamente el deporte. Los adolescentes con
frecuencia encuentran en el deporte una herramienta para la mejoría de su imagen corporal (adelgazamiento, desarrollo muscular); este deseo intenso puede desencadenar prácticas
obsesivas con trastornos como anorexia, bulimia o vigorexia.
Numerosos estudios en la edad pediátrica han demostrado
que el síndrome metabólico (SM) definido como conjunto
de factores de riesgo cardiovascular (obesidad, hiperglucemia, hiperinsulinemia, dislipemia, hipertensión) ocurre ya en la infancia. La edad, pertenecer a ciertas razas, el sedentarismo, la obesidad y
factores genéticos parecen aumentar igualmente el riesgo
de padecer SM. Por todo ello los efectos beneficiosos en la
prevención de la obesidad y fomentar la actividad física en
esta edad son indiscutibles.
El tratar la obesidad es extremadamente difícil, requiere recursos, familias y niños muy motivados. En España se ha desarrollado
por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en febrero de 2005,
la estrategia NAOS (Nutrición, Actividad física, prevención
de la Obesidad y Salud), plan destinado a combatir la obesidad
mediante la promoción de una nutrición saludable y la práctica
de ejercicio físico, estableciendo otras medidas como la creación
en los lugares de residencia de espacios que generen ambientes
propicios para fomentar la práctica de actividad física diaria, como poder ir a pie y/o en bicicleta al colegio y/o al lugar de trabajo.
Es importante destacar los efectos favorables de la actividad física en la obesidad, pues conduce a una supresión del apetito, que contribuye al retraso del acúmulo energético bajo la forma de tejido adiposo, así como al aumento del gasto energético. La actividad física regular reduce la resistencia a la insulina, mejora la tolerancia a la glucosa, reduce el riesgo de DM2 y el riesgo cardiovascular.
La obesidad es un problema de salud pública, la intervención
del sector sanitario para la mentalización hacia un cambio de hábitos saludables es fundamental, así como un adecuado asesoramiento y recomendación de práctica regular de actividad física como mecanismo de prevención de factores de riesgo.
Recomendaciones nutricionales en adolescentes que
realizan ejercicio físico
La nutrición juega un papel importante en el crecimiento
y desarrollo adecuados, en la prevención de lesiones, y
en el rendimiento en general. En principio, la dieta debe
ser variada y equilibrada, con las mismas recomendaciones
habituales que se emplearían en un niño de su misma edad,
pero las necesidades han de ser individualizadas, dado
que van a depender del grado e intensidad de la actividad
deportiva, del género, de la composición corporal y del
estado de madurez puberal. La mayor parte de las actividades deportivas de los niños, tales como fútbol, baloncesto, balonmano,
natación, atletismo de velocidad, gimnasia y baile, dentro de la competición escolar (no de alta competición), no son de resistencia y utilizan como fuente energética las diversas vías del metabolismo aeróbico, participando en pequeño grado de las vías anaeróbicas.
La fuente inicial de energía es la grasa y, a medida que la actividad progresa, el glucógeno muscular. Cuando este se agota y continúa la progresión de intensidad baja a alta, el músculo comienza a
utilizar como fuente energética la glucosa que proviene del
glucógeno hepático. Una vez agotada la vía aeróbica, comienza el metabolismo anaeróbico y la producción de ácido láctico, y esto puede ocurrir, según el grado de entrenamiento, en los llamados
deportes de resistencia, que cada vez tienen más adeptos
entre la juventud, como maratones, triatlón y ciclismo, que utilizan mucho más el metabolismo anaeróbico.
La FAO/OMS ha establecido una serie de recomendaciones
para estimar las necesidades de energía en los diferentes
grupos de población. Las ecuaciones propuestas para el
cálculo de la tasa metabólica basal (TMB) en niños y
adolescentes se muestran en la tabla 1.
EDAD (años) TMB (Kcal/24h)
Mujeres 3-10 años (22,5 x P) + 499
Mujeres 10-18 años (12,2 x P) + 746
Varones 3-10 años (22,7 x P) + 495
Varones 10-18 años (17,5 x P) + 651
Tabla 1. Ecuaciones propuestas por la FAO/OMS para la estimación de la tasa metabólica basal.P= Peso corporal (Kg).
GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA LIGERA MODERADA GRAVE
Mujeres 1,55 1,78 2,10
Varones 1,46 1,64 1,82
Tabla 2. Coeficientes para el cálculo del gasto energético total en función del grado de actividad física (FAO/OMS).
El gasto energético total (GET) se estima como el producto de la TMB por un coeficiente que estará en función del sexo y del grado
de actividad física (tabla 2).
Estas recomendaciones pueden ser válidas para niños y adolescentes que realizan actividad física en centros de educación, juegos y deportes recreativos, ya que solo constituyen unos valores
medios de referencia. Sin embargo, en individuos que practican deportes de forma periódica e intensa y, sobre todo, deportes de competición, en los que, como ya se ha explicado, pueden realizarse hasta dos o tres sesiones de entrenamiento al día, la
situación es distinta y requiere una atención especial para determinar las necesidades de energía. La estimación
del GET debe llevarse a cabo de una forma más precisa y
personalizada.
Con respecto a la distribución de macronutrientes, parece
aconsejable mantener proporciones no muy alejadas
de las de la población pediátrica y adolescente en general: al menos un 50% de calorías procedentes de los hidratos de carbono, un 12-15% procedentes de las proteínas y un 30% procedentes de los
lípidos.
En una dieta equilibrada, el 25-30% de la energía debe ser aportada en forma de grasa. En los lugares donde la dieta es rica en ácidos grasos monoinsaturados, como los países mediterráneos, donde existe un elevado consumo de aceite de oliva, los lípidos
pueden llegar a aportar hasta el 35% de la energía total de
la dieta, pero siempre que la proporción entre ácidos grasos
saturados, monoinsaturados y poliinsaturados sea de
30:50:20, respectivamente.
GRADOS EJEMPLOS
Ligera Dormir, reposar, estar sentado o de pie, pasear, trabajos
ligeros del hogar, estudiar, conducir, jugar a las cartas.
Moderada Pasear a 5 Km/h, trabajos pesados del hogar, golf, cuidado de los niños, tareas agrícolas mecanizadas.
Grave Tareas agrícolas no mecanizadas, montaña, escalada,
fútbol, tenis, baile, esquí.
Tabla 3. Categorías de actividad física propuestas por la FAO/OMS.
Las recomendaciones dietéticas de proteínas en niños
y adolescentes que realizan una actividad física moderada,
considerada como habitual para estas edades, serán
aquéllas que proporcionen entre el 12 y el 15% de cantidad
energética total o bien 1,0-1,5 g/Kg de peso corporal/día de
proteínas. En el caso de niños y adolescentes que practican
deporte de forma regular o de competición, parece más aconsejable recomendar en la dieta cantidades de proteínas de 1,5-1,8 g/kg/día, puesto que se ha demostrado que durante el ejercicio aumenta
la oxidación de ciertos aminoácidos, como la leucina. Cantidades superiores a éstas no son aconsejables y, en cualquier caso, nunca deben sobrepasar los 2 g/kg/día, no sólo por no existir pruebas de
que un exceso de proteínas aporte mayor energía o evite
la fase catabólica relacionada con el ejercicio, sino también
por las adversas consecuencias que las dietas hiperproteicas
tienen sobre la salud, como alteraciones renales y hepáticas, además de que por su riqueza en fosfatos y por estimular la gluconeogénesis pueden producir pérdida de masa ósea.
Más de la mitad de las calorías ingeridas en una dieta equilibrada, tienen que ser a expensas de hidratos de carbono. Los hidratos de
carbono no digestibles, o fibra alimentaria, aún cuando no
aportan energía, deben estar en cantidades adecuadas en
la dieta, por sus efectos en los procesos de digestión y
absorción. Las cantidades recomendadas son 25-30 g/
día. Por un lado, deben ser aportados por la dieta en
cantidad suficiente, pues estimulan el peristaltismo y
regulan el tránsito intestinal, por otro lado, no deben ingerirse en exceso, pues ocasionan sensación de saciedad y producir distensión del tubo digestivo, lo que puede llevar a una reducción
de la ingesta de energía o de nutrientes esenciales.
Las recomendaciones para la mayoría de las vitaminas
establecidas para la población española son aplicables a
niños y adolescentes que realizan actividades físicas y
solo aquellas vitaminas cuyas recomendaciones se han
establecido en función de la cantidad total de energía
ingerida (tiamina; 0,4 mg/1000 Kcal; riboflavina: 0,6 mg/1000
Kcal; niacina 6,6 mg/1000 Kcal) deberá aumentarse cuando las
demandas de energía se vean incrementadas por la actividad
física.
Es aconsejable extremar la cautela sobre las recomendaciones de
suplementos de antioxidantes, como las vitaminas C y E, por la
limitada información disponible actual sobre la bioquímica de
los radicales libres.
En el caso de adolescentes que realizan una actividad
física normal en etapas de crecimiento, los conceptos anteriormente descritos en relación con las recomendaciones de vitaminas
son también aplicables a las cantidades aconsejadas de electrolitos y oligoelementos, siempre que la dieta ingerida sea equilibrada y variada.
Se debe prestar especial atención a los contenidos de algunos elementos minerales de la dieta, como el hierro y el calcio. Se han descrito estados de anemia en jóvenes deportistas, sobre todo en
el caso de adolescentes femeninas que ingieren dietas restringidas en energía o con baja densidad de hierro. Por otro lado, la actividad
física aumenta la masa ósea y su contenido mineral, lo que implica que la práctica deportiva ocasiona mayores demandas de calcio. Las recomendaciones de calcio en individuos que realizan deportes de competición son de 1200-1500 mg/día. Los valores más elevados deberán considerarse especialmente en las etapas de crecimiento, con un tejido esquelético en desarrollo y también con
elevadas pérdidas en el sudor (300-500 mg/día).
El riesgo de sufrir una deshidratación es mayor durante las etapas de crecimiento, dado que el sistema nervioso, responsable de la regulación de la temperatura corporal, no está suficientemente desarrollado. Existe una gran variabilidad en las necesidades de agua en relación con los diferentes tipos de deporte, así como
con la temperatura y humedad ambientales. Por ello, el Comité de expertos del NRC recomienda que el consumo de líquidos se base sobre la propia ingesta energética del individuo. Así, en los niños las
recomendaciones son de 1-15 ml/Kcal, teniendo en cuenta los
factores que puedan aumentar las necesidades.
Recomendaciones finales
Se recomienda al menos 60 minutos de actividad física
de moderada a intensa la mayoría de los días en niños y adolescentes, para el mantenimiento de una buena salud, un buen estado físico y para tener un peso saludable durante el crecimiento.
Incluso 30 minutos diarios de intensidad baja o moderada
(subir escaleras) pueden ser beneficiosos. El objetivo de los
60 minutos de actividad física se puede cumplir mediante la
acumulación de sesiones de actividad de duración variable
a lo largo del día. No importa que el ejercicio sea poco si se
realiza a menudo, ya que este hecho reflejaría los modelos
naturales de actividad física de los niños donde se incluiría
ir andando o en bicicleta al colegio, juegos durante los
recreos escolares o actividades programadas como la
educación física y los deportes. Es importante enseñar a los
niños a tener un estilo de vida saludable desde que son
pequeños. Se debe comenzar por una buena alimentación
desde que son bebés, y a inculcarles el amor por la
actividad física desde los 2 años como un simple juego y
más tarde desarrollarlo como una disciplina. Es importante
que el niño disfrute con lo que hace, respetar sus gustos y sus
condiciones físicas. Dado que están en un periodo de la vida donde es obligatoria la escolarización, es previsible que cuenten con profesionales de la Educación Física para inculcarles estos valores.
Hay que estimular a los padres a limitar el tiempo de “pantalla”
(televisión, videojuegos, ordenadores…) a menos de 2 horas diarias y sustituir las actividades sedentarias con otras que requieran más movimiento. Los padres deben tratar de ser modelos de estilos
de vida activos y estimular a los niños a aumentar la actividad
física. Está claro que existe un interés acerca de la condición física
de niños y adolescentes ya que va a permitir desarrollar y mantener la capacidad funcional que se requiere para satisfacer las demandas durante la vida y promover una vida sana.
Cátedra Olímpica
Marqués de Samaranch
Universidad Camilo José Cela
Madrid
España
domingo, 4 de octubre de 2015
El pensamiento
aristótelico.
Aristóteles
(384-322 A.C.) es considerado uno de los máximos exponentes del pensamiento
filosófico de la Antigua Grecia. Aunque
en realidad no era griego, sino macedónico, pues nació en Estagira. Fué discípulo de Platón de quien terminó distanciándose
en forma radical. Para explicar sus divergencias, solía decir:”Soy amigo
de Platón, pero mucho más amigo de la verdad.” Fundador del Liceo de Atenas,
nombre derivado del Templo erigido a Apolo Licio, donde se encontraba este
instituto de estudios públicos, universales y gratuitos. Su escuela, el
peripatetismo, llamada así porque las enseñanzas eran impartidas en paseos o
caminatas del maestro y sus discípulos, alrededor del Liceo.
Aristóteles
es considerado el padre del pensamiento científico, porque busca de lo
sensitivo o material el poder alcanzar el
fin último de las cosas. Es considerado el fundador de la lógica formal.
Entre sus
obras más destacadas figuran: Organon, Retórica, Poètica, Polìtica, Física y
Metafísica, Ética de Nicomaco, etc. Su
obra marcó la filosofía y la teología cristiana de la Edad Media y la filosofía del Islam.
Ideas
centrales de su pensamiento son:
1.
Se
caracterizó por constituir un movimiento filosófico y científico basado en la
experimentación. Aristóteles destaca: “Sin experimentación no hay
verdad”. Inventa el empirismo porque redescubre la experiencia y la
erige en la base del conocimiento verdadero. Da realidad a las ideas
entendiéndolas como la esencia de las cosas reales. Al respecto
expresa: “No hay nada en la mente que no haya estado antes en los
sentidos”.
2.
Aristóteles
busca el fin último en la naturaleza y ésta la estima dinámica, permanentemente cambiante.
Su estudio permite a la Inteligencia alcanzar estadios superiores que lo
pueden conducir a la Suprema Causa.
3.
Para
él, Dios o Primera Causa, es un Motor
Inmóvil, porque por su misma condición,
no hay nada antes de Él que le impulse. A Dios
lo define como la “Suprema Causa” y “Motor
fundamental del Universo.”
4.
Considera al hombre un
ser dual, formado por cuerpo y alma, esta última
definida como “entelequia primera de un cuerpo natural organizado”,
donde entelequia representa una forma o acto. El alma es también parte
orgánica ya que no puede ejercer
funciones si no es a través del cuerpo y lo que la distingue es la racionalidad
porque el hombre es un ser racional.
5.
En su obra “Ética de Nicomaco”,
introduce la denominación “Ética”, para designar lo concerniente a los
principios del bien y del mal”. La meta del hombre es alcanzar la
felicidad (eudeimonía) a través de la
perfección de la persona humana y para alcanzarla es necesario ser virtuoso.
Para él, la virtud, es un modo de pensar y de sentir que se
mantiene en el justo medio entre el exceso y el defecto; este justo medio puede
ser conocido por el hombre a través de la razón y quien logra la
virtud, alcanza pues la felicidad que no es sino la actividad de la
vida conforme a la razón. Una de sus citas célebres reafirma el mismo concepto: “ Somos lo que hacemos día a día. De modo que la
excelencia no es un acto sino un hábito.”
6.
Sostiene que el hombre es un animal
racional y político, “zoon politikon”, pues ve en la “Polis” y la consecuente
acción en ella, la política, la máxima posibilidad de alcanzar la felicidad
para todos los hombres.
sábado, 21 de septiembre de 2013
Día Universal del Libre Pensamiento
Día Universal del Libre Pensamiento
El 20 de septiembre de 2013, ha sido
declarado por diversas organizaciones que promueven la libertad de concienciadel mundo, como el Día Universal del Libre Pensamiento.
Ha sido considerada esa fecha con ese propósito, en recuerdo de la “Brecha de la Porta Pía”, evento que marcó el ingreso a Roma de las fuerzas patrióticas italianas, en 1870, bajo el impulso republicano y laico de Garibaldi, contra las fuerzas militares papistas y francesas, episodio que significaría no solo la unidad italiana, sino la caída del poder temporal del pontífice romano y de su intervención política reclamada como “derecho divino”.
Ese día, los combatientes bersaglieri rompieron la defensa del dominio papal, ingresando por la Puerta Pía, estableciendo el derecho italiano a su unificación, por sobre los intereses de las potencias extranjeras unidas al papismo, en la tercera guerra de independencia italiana.
El adversario principal era nada menos que Pío Nono, el mismo que había atacado el pensamiento científico y las investigaciones de los hombres de ciencia, y que había proclamado la prevalencia de la fe sobre la razón en su encíclica Singulari Quadam. En abril del año del ingreso patriota a Roma, la Constitución Dei Felius, emanada del Concilio Vaticano (I), había establecido la condena al racionalismo y las teorías naturalistas. En julio, la constitución Pastor Eeternus, también bajo el impulso conciliar, reafirmaba la “infalibilidad del Papa, cuando hablaba ex cathedra”, es decir, la irrefutabilidad de los planteamientos papales frente a cualquier asunto secular.
Dos meses después de la victoria garibaldina, en la encíclica Respicientes ea, el Papa decretaría la excomunión de los que habían “invadido, usurpado u ocupado” territorios de los Estado sujetos al poder pontificio.
Sin duda, el acontecimiento de septiembre de 1870 señala el momento en que toda la historia de interferencia temporal del papado en la realidad europea política y secular, comienza su irreversible declinación. Ello significaría que, con el tiempo, el imperio político del Papa quedaría relegado al territorio vaticano. Sin embargo, bien sabemos que ello seguiría siendo en términos relativos.
Ese episodio, es el que ha estimulado a diversas organizaciones librepensadoras a proclamar, hace algunos años, el 20 de septiembre de cada año como el Día Universal del Libre Pensamiento, iniciativa que progresivamente ha ido ganando más trascendencia y apoyos de aquellos que reconocemos el libre pensamiento como la base sobre la cual se construye el derecho a la libertad de conciencia, proclamado por la comunidad internacional.
Es oportuno que así sea. Diversas circunstancias y episodios que ocurren cotidianamente en el mundo, señalan la necesidad que poner al libre pensamiento en la agenda constructiva de las sociedades contemporáneas. La presión ejercida por determinismos, que buscan el tutelaje espiritual de las personas y la hegemonía de las sociedades, es constante, y no han cambiado las conductas y acciones que los mueven hacia manifestaciones de poder que afectan profundamente la libertad y los derechos de conciencia.
En muchas partes del mundo visiones totalizantes buscan imponerse por diversos medios, a partir de verdades absolutas, y no son pocos los países sometidos a violentas tensiones, como consecuencia de la utilización política de los dogmas y de la asociación de los poderosos con las jerarquías religiosas. Cuando ello ocurre, las libertades de conciencia son inmoladas y se imponen verdades absolutas, que avasallan la libertad de las personas y de las sociedades.
La reclamación universal del libre pensamiento, a través de la conmemoración del 20 de septiembre de 1870, tiene por lo tanto un fundamento irrefutable. Es la reclamación por la ciencia, por la libertad, por los derechos humanos, por la dignidad de la persona humana, por la democracia, por el pluralismo, por la tolerancia. Es la reclamación de aquello que hace posible la libertad de conciencia, esto es, la libertad de pensar y de decir lo que se piensa, y llevar una vida personal de acuerdo a las convicciones de cada cual.
Ninguna de las libertades modernas, consagradas por las convenciones alcanzadas por la Humanidad en los últimos 100 años, es posible sin el libre pensamiento. Sin embargo, son pocas las sociedades que pueden expresar con certeza el imperio del libre pensamiento en su desenvolvimiento cotidiano. Una enorme mayoría, en general, tienen problemas que hablan de comprobaciones que van precisamente en sentido inverso al avance esperado por las sociedades y aquellos segmentos más comprometidos con la libertad.
Hay episodios recientes que ilustran estas constataciones: Rusia, Turquía, España, Argentina, los países del Medio Oriente, Pakistán, India, etc. señalando lamentables efectos. Chile también tiene aún mucho que realizar para consolidar la libertad de conciencia.
La defensa y la promoción del libre pensamiento, bajo la lectura de lo sucedido en la Brecha de la Porta Pía, no tiene que ver con una adversión a la religión y al ejercicio religioso. Por el contrario, el libre pensamiento respeta el hecho religioso y la opción religiosa de las personas, como respeta cualquier posición no confesional o la no creencia en conceptos divinos. Al recordar la hazaña bersaglieri de 1870, lo que se está simbolizando es la derrota de la pretensión y concreción del determinismo de una religión sobre los asuntos políticos de un tiempo y de un lugar, a partir de un ejercicio de hegemonía.
Ello tiene una traducción en los asuntos de los Estados contemporáneos, que son objetivos permanentes de la conducta de las jerarquías religiosas, que persisten en dar continuidad a su hegemonía sobre los asuntos políticos y sociales, en alianza con estructuras de poder políticas y económicas. De allí la vigencia de la reivindicación del libre pensamiento, que viene a proponer a nuestro tiempo, la necesidad de erradicar los determinismos entronizados en las estructuras del Estado, del mercado y de la sociedad civil, a fin de asegurar sociedades más libres y más creativas, sobre la base de la libertad de conciencia.
Ha sido considerada esa fecha con ese propósito, en recuerdo de la “Brecha de la Porta Pía”, evento que marcó el ingreso a Roma de las fuerzas patrióticas italianas, en 1870, bajo el impulso republicano y laico de Garibaldi, contra las fuerzas militares papistas y francesas, episodio que significaría no solo la unidad italiana, sino la caída del poder temporal del pontífice romano y de su intervención política reclamada como “derecho divino”.
Ese día, los combatientes bersaglieri rompieron la defensa del dominio papal, ingresando por la Puerta Pía, estableciendo el derecho italiano a su unificación, por sobre los intereses de las potencias extranjeras unidas al papismo, en la tercera guerra de independencia italiana.
El adversario principal era nada menos que Pío Nono, el mismo que había atacado el pensamiento científico y las investigaciones de los hombres de ciencia, y que había proclamado la prevalencia de la fe sobre la razón en su encíclica Singulari Quadam. En abril del año del ingreso patriota a Roma, la Constitución Dei Felius, emanada del Concilio Vaticano (I), había establecido la condena al racionalismo y las teorías naturalistas. En julio, la constitución Pastor Eeternus, también bajo el impulso conciliar, reafirmaba la “infalibilidad del Papa, cuando hablaba ex cathedra”, es decir, la irrefutabilidad de los planteamientos papales frente a cualquier asunto secular.
Dos meses después de la victoria garibaldina, en la encíclica Respicientes ea, el Papa decretaría la excomunión de los que habían “invadido, usurpado u ocupado” territorios de los Estado sujetos al poder pontificio.
Sin duda, el acontecimiento de septiembre de 1870 señala el momento en que toda la historia de interferencia temporal del papado en la realidad europea política y secular, comienza su irreversible declinación. Ello significaría que, con el tiempo, el imperio político del Papa quedaría relegado al territorio vaticano. Sin embargo, bien sabemos que ello seguiría siendo en términos relativos.
Ese episodio, es el que ha estimulado a diversas organizaciones librepensadoras a proclamar, hace algunos años, el 20 de septiembre de cada año como el Día Universal del Libre Pensamiento, iniciativa que progresivamente ha ido ganando más trascendencia y apoyos de aquellos que reconocemos el libre pensamiento como la base sobre la cual se construye el derecho a la libertad de conciencia, proclamado por la comunidad internacional.
Es oportuno que así sea. Diversas circunstancias y episodios que ocurren cotidianamente en el mundo, señalan la necesidad que poner al libre pensamiento en la agenda constructiva de las sociedades contemporáneas. La presión ejercida por determinismos, que buscan el tutelaje espiritual de las personas y la hegemonía de las sociedades, es constante, y no han cambiado las conductas y acciones que los mueven hacia manifestaciones de poder que afectan profundamente la libertad y los derechos de conciencia.
En muchas partes del mundo visiones totalizantes buscan imponerse por diversos medios, a partir de verdades absolutas, y no son pocos los países sometidos a violentas tensiones, como consecuencia de la utilización política de los dogmas y de la asociación de los poderosos con las jerarquías religiosas. Cuando ello ocurre, las libertades de conciencia son inmoladas y se imponen verdades absolutas, que avasallan la libertad de las personas y de las sociedades.
La reclamación universal del libre pensamiento, a través de la conmemoración del 20 de septiembre de 1870, tiene por lo tanto un fundamento irrefutable. Es la reclamación por la ciencia, por la libertad, por los derechos humanos, por la dignidad de la persona humana, por la democracia, por el pluralismo, por la tolerancia. Es la reclamación de aquello que hace posible la libertad de conciencia, esto es, la libertad de pensar y de decir lo que se piensa, y llevar una vida personal de acuerdo a las convicciones de cada cual.
Ninguna de las libertades modernas, consagradas por las convenciones alcanzadas por la Humanidad en los últimos 100 años, es posible sin el libre pensamiento. Sin embargo, son pocas las sociedades que pueden expresar con certeza el imperio del libre pensamiento en su desenvolvimiento cotidiano. Una enorme mayoría, en general, tienen problemas que hablan de comprobaciones que van precisamente en sentido inverso al avance esperado por las sociedades y aquellos segmentos más comprometidos con la libertad.
Hay episodios recientes que ilustran estas constataciones: Rusia, Turquía, España, Argentina, los países del Medio Oriente, Pakistán, India, etc. señalando lamentables efectos. Chile también tiene aún mucho que realizar para consolidar la libertad de conciencia.
La defensa y la promoción del libre pensamiento, bajo la lectura de lo sucedido en la Brecha de la Porta Pía, no tiene que ver con una adversión a la religión y al ejercicio religioso. Por el contrario, el libre pensamiento respeta el hecho religioso y la opción religiosa de las personas, como respeta cualquier posición no confesional o la no creencia en conceptos divinos. Al recordar la hazaña bersaglieri de 1870, lo que se está simbolizando es la derrota de la pretensión y concreción del determinismo de una religión sobre los asuntos políticos de un tiempo y de un lugar, a partir de un ejercicio de hegemonía.
Ello tiene una traducción en los asuntos de los Estados contemporáneos, que son objetivos permanentes de la conducta de las jerarquías religiosas, que persisten en dar continuidad a su hegemonía sobre los asuntos políticos y sociales, en alianza con estructuras de poder políticas y económicas. De allí la vigencia de la reivindicación del libre pensamiento, que viene a proponer a nuestro tiempo, la necesidad de erradicar los determinismos entronizados en las estructuras del Estado, del mercado y de la sociedad civil, a fin de asegurar sociedades más libres y más creativas, sobre la base de la libertad de conciencia.
Sebastián Jans Pérez, historiador y escritor
miércoles, 2 de enero de 2013
¿Cuál es la mejor hora del día para hacer ejercicio?
Para la mayoría de las personas, el mejor momento para hacer ejercicio es el único que tienen, y que se acopla en una estrecha agenda diaria, a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Pero, si se pudiera elegir la hora más propicia para la actividad física, ¿cuál sería la recomendación científica?
"Tenemos ciclos para muchas cosas: para el sueño, para las hormonas y también para el rendimiento físico", dice el doctor Jorge Franchella, director del Programa de Actividad Física y Deporte del Hospital de Clínicas. El ritmo biológico de sueño y de vigilia, determinado por el sol, regula la temperatura corporal, la presión arterial, la atención, las hormonas y el metabolismo, todas funciones que pueden influir en la práctica deportiva. Es el famoso "reloj interno" que se altera cuando viajamos a otro país con una diferencia horaria grande.
En el exclusivo mundo de los deportistas de elite, nada está librado al azar. "En los deportistas entrenados, este ciclo tiene gran importancia, porque existen picos de rendimiento durante el día, según la capacidad física que se quiera potenciar. Por ejemplo, los récords de velocidad y atletismo se suelen romper entre las 19 y las 21, porque es el momento máximo de capacidad de esfuerzo, resistencia y velocidad", explica Franchella.
El resto de los mortales, podemos incorporar algunos trucos para, en la medida de lo posible, encontrar nuestro mejor momento para hacer gimnasia.
¿ Ud. es "búho" o "alondra" ?
Las personas, en general, son "matutinas" o "vespertinas", porque funcionan mejor por la mañana o por la noche. Esto también vale para el ejercicio físico. En estos casos, no hay mucho que pueda hacerse. La recomendación es no "obligar" al cuerpo a despuntar el día con una rutina agotadora, si lo único que pide es envolverse entre las sábanas y seguir descansando. "Una persona que en general se levanta a las 7 y decide arrancar 6:30 para hacer ejercicio, está forzando el reloj biológico y después pasará el resto del día dormido. El primer consejo es que empiece a hacer actividad a partir de la hora en que se levanta normalmente", recomienda el doctor Alberto Intebi, director del Instituto Argentino de Psiconeuroinmunoendocrinología .
Los deportistas mañaneros son los más perseverantes, según estudios científicos. Una de las teorías es que al poner el ejercicio primero de todo, las personas se liberan del estrés y de las presiones laborales que se van sumando con las horas.
Empezar el día con ejercicio tiene más ventajas: "Estamos en mejores condiciones físicas porque el cuerpo está descansado", afirma Franchella y agrega que el "efecto residual", esa energía arrolladora que nos inunda después del gimnasio, dura varias horas. "En tu cuerpo queda una memoria de bienestar", explica.
"El cuerpo genera endorfinas y óxido nítrico que contribuyen con un mejor estado del humor. Las situaciones de estrés impactan menos. Si uno espera a terminar el día para hacer actividad física, se pierde este beneficio sobre el humor", aporta Intebi.
Pero la mañana también tiene sus contraindicaciones. Entre una y tres horas antes de despertarnos, la temperatura corporal está baja. Los músculos estuvieron dormidos durante horas y crece el riesgo de lesiones si no se elonga bien. La circulación sanguínea es lenta y muchas veces "cuesta arrancar". Además, bien temprano, la hormona cortisol está en su auge y puede aumentar la fatiga.
Muchas investigaciones apuntan que el atardecer como el mejor momento para moverse. La temperatura del cuerpo es alta entre las 16 y las 17, así que los músculos se encuentran mejor preparados para encarar una rutina. La fuerza, la performance anaeróbica y la resistencia también mejoran en este tiempo del día. Un estudio de la universidad finlandesa de Jyväskylä, mostró un leve incremento en el tamaño del músculo en un grupo de personas que se entrenaban entre las 17 y las 19.
Pero, el que sale del trabajo y va al gimnasio después de las 19 lleva encima la carga del estrés y el cansancio. "Si bien el ejercicio te ayuda a desahogarte, después de un día laboral tu cuerpo está más contracturado -advierte Franchella-. He visto muchas lesiones musculares de personas que llegan de trabajar estresadas y tensionadas, que no llegan a relajarse y entonces el ejercicio les suma sobrecarga".
Por otro lado, la actividad física nocturna no es apta para desvelados. "El aceleramiento dura un par de horas", asegura el médico. Una clase de spinning a las 20 es una inyección de energía para un cuerpo que se está preparando para dormir. Aumenta el ritmo cardíaco, sube la temperatura corporal y chau sueño. Por eso, Intebi aconseja terminar la actividad dos horas antes de acostarse.
Para gran parte de las personas que hacen horario de oficina, el almuerzo es el recreo ideal para darse una vuelta por el gimnasio. La recomendación en este caso es comer después del ejercicio, sobre todo si la vianda es muy pesada, y evitar la actividad al aire libre. "Si se realiza dentro de un lugar cerrado no está mal. El problema es en el exterior, porque de 11 a 16 los rayos son peligrosos y es el pico de calor", avisa Franchella. Cuando el termómetro arde, el cuerpo no puede perder calor. "Aumenta la temperatura del núcleo corporal y si sube a más de 37 grados, el cerebro sufre y se pone en riesgo la salud. Es una locura correr cuando hace 40 grados afuera", advierte el especialista.
Los argumentos están sobre la pista y algo queda claro: ni siquiera la ciencia logra ponerse de acuerdo sobre el mejor momento para ejercitarse. Y hay otro punto importante que resalta Jorge Franchella: "Los picos de máximo rendimiento muscular y de máximo rendimiento aeróbico no coinciden. Mientras que las mitocondrias, encargadas de la oxigenación, rinden más alrededor de las 15, mientras que el mejor momento para los músculos se encuentra en torno a las 19. Por esto, no puede establecerse un momento ideal para una persona común".
Resta encontrar cuál es la hora óptima para cada uno, de acuerdo con las habilidades que quiera explotar, sus hábitos y su reloj interno. Intebi es más categórico: "Los beneficios del ejercicio son tantos que lo más importante es hacerlo, a la hora que sea, 30 minutos cada día".
En síntesis, el mejor horario del día para hacer deportes depende al menos de tres factores:
a) Ciclo biológico individual.
b) Horario personal disponible para poder efectuarlo.
c) Objetivo de la actividad deportiva: acondicionamiento físico o formación de campeones.
Para la mayoría de las personas, el mejor momento para hacer ejercicio es el único que tienen, y que se acopla en una estrecha agenda diaria, a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Pero, si se pudiera elegir la hora más propicia para la actividad física, ¿cuál sería la recomendación científica?
"Tenemos ciclos para muchas cosas: para el sueño, para las hormonas y también para el rendimiento físico", dice el doctor Jorge Franchella, director del Programa de Actividad Física y Deporte del Hospital de Clínicas. El ritmo biológico de sueño y de vigilia, determinado por el sol, regula la temperatura corporal, la presión arterial, la atención, las hormonas y el metabolismo, todas funciones que pueden influir en la práctica deportiva. Es el famoso "reloj interno" que se altera cuando viajamos a otro país con una diferencia horaria grande.
En el exclusivo mundo de los deportistas de elite, nada está librado al azar. "En los deportistas entrenados, este ciclo tiene gran importancia, porque existen picos de rendimiento durante el día, según la capacidad física que se quiera potenciar. Por ejemplo, los récords de velocidad y atletismo se suelen romper entre las 19 y las 21, porque es el momento máximo de capacidad de esfuerzo, resistencia y velocidad", explica Franchella.
El resto de los mortales, podemos incorporar algunos trucos para, en la medida de lo posible, encontrar nuestro mejor momento para hacer gimnasia.
¿ Ud. es "búho" o "alondra" ?
Las personas, en general, son "matutinas" o "vespertinas", porque funcionan mejor por la mañana o por la noche. Esto también vale para el ejercicio físico. En estos casos, no hay mucho que pueda hacerse. La recomendación es no "obligar" al cuerpo a despuntar el día con una rutina agotadora, si lo único que pide es envolverse entre las sábanas y seguir descansando. "Una persona que en general se levanta a las 7 y decide arrancar 6:30 para hacer ejercicio, está forzando el reloj biológico y después pasará el resto del día dormido. El primer consejo es que empiece a hacer actividad a partir de la hora en que se levanta normalmente", recomienda el doctor Alberto Intebi, director del Instituto Argentino de Psiconeuroinmunoendocrinología
Los deportistas mañaneros son los más perseverantes, según estudios científicos. Una de las teorías es que al poner el ejercicio primero de todo, las personas se liberan del estrés y de las presiones laborales que se van sumando con las horas.
Empezar el día con ejercicio tiene más ventajas: "Estamos en mejores condiciones físicas porque el cuerpo está descansado", afirma Franchella y agrega que el "efecto residual", esa energía arrolladora que nos inunda después del gimnasio, dura varias horas. "En tu cuerpo queda una memoria de bienestar", explica.
"El cuerpo genera endorfinas y óxido nítrico que contribuyen con un mejor estado del humor. Las situaciones de estrés impactan menos. Si uno espera a terminar el día para hacer actividad física, se pierde este beneficio sobre el humor", aporta Intebi.
Pero la mañana también tiene sus contraindicaciones. Entre una y tres horas antes de despertarnos, la temperatura corporal está baja. Los músculos estuvieron dormidos durante horas y crece el riesgo de lesiones si no se elonga bien. La circulación sanguínea es lenta y muchas veces "cuesta arrancar". Además, bien temprano, la hormona cortisol está en su auge y puede aumentar la fatiga.
Muchas investigaciones apuntan que el atardecer como el mejor momento para moverse. La temperatura del cuerpo es alta entre las 16 y las 17, así que los músculos se encuentran mejor preparados para encarar una rutina. La fuerza, la performance anaeróbica y la resistencia también mejoran en este tiempo del día. Un estudio de la universidad finlandesa de Jyväskylä, mostró un leve incremento en el tamaño del músculo en un grupo de personas que se entrenaban entre las 17 y las 19.
Pero, el que sale del trabajo y va al gimnasio después de las 19 lleva encima la carga del estrés y el cansancio. "Si bien el ejercicio te ayuda a desahogarte, después de un día laboral tu cuerpo está más contracturado -advierte Franchella-. He visto muchas lesiones musculares de personas que llegan de trabajar estresadas y tensionadas, que no llegan a relajarse y entonces el ejercicio les suma sobrecarga".
Por otro lado, la actividad física nocturna no es apta para desvelados. "El aceleramiento dura un par de horas", asegura el médico. Una clase de spinning a las 20 es una inyección de energía para un cuerpo que se está preparando para dormir. Aumenta el ritmo cardíaco, sube la temperatura corporal y chau sueño. Por eso, Intebi aconseja terminar la actividad dos horas antes de acostarse.
Para gran parte de las personas que hacen horario de oficina, el almuerzo es el recreo ideal para darse una vuelta por el gimnasio. La recomendación en este caso es comer después del ejercicio, sobre todo si la vianda es muy pesada, y evitar la actividad al aire libre. "Si se realiza dentro de un lugar cerrado no está mal. El problema es en el exterior, porque de 11 a 16 los rayos son peligrosos y es el pico de calor", avisa Franchella. Cuando el termómetro arde, el cuerpo no puede perder calor. "Aumenta la temperatura del núcleo corporal y si sube a más de 37 grados, el cerebro sufre y se pone en riesgo la salud. Es una locura correr cuando hace 40 grados afuera", advierte el especialista.
Los argumentos están sobre la pista y algo queda claro: ni siquiera la ciencia logra ponerse de acuerdo sobre el mejor momento para ejercitarse. Y hay otro punto importante que resalta Jorge Franchella: "Los picos de máximo rendimiento muscular y de máximo rendimiento aeróbico no coinciden. Mientras que las mitocondrias, encargadas de la oxigenación, rinden más alrededor de las 15, mientras que el mejor momento para los músculos se encuentra en torno a las 19. Por esto, no puede establecerse un momento ideal para una persona común".
Resta encontrar cuál es la hora óptima para cada uno, de acuerdo con las habilidades que quiera explotar, sus hábitos y su reloj interno. Intebi es más categórico: "Los beneficios del ejercicio son tantos que lo más importante es hacerlo, a la hora que sea, 30 minutos cada día".
En síntesis, el mejor horario del día para hacer deportes depende al menos de tres factores:
a) Ciclo biológico individual.
b) Horario personal disponible para poder efectuarlo.
c) Objetivo de la actividad deportiva: acondicionamiento físico o formación de campeones.
domingo, 11 de noviembre de 2012
sábado, 11 de agosto de 2012
¿ Qué es el tiempo ?
El tiempo según algunos pensadores es algo absoluto, para otros en cambio, es algo relativo.
En la Antigua Grecia, para Platón “el tiempo es la imagen móvil de lo eterno.” Por otra parte, Aristóteles sostenía que “el tiempo es el número (medida) del movimiento según el antes y el después.”
En la Antigua Grecia, para Platón “el tiempo es la imagen móvil de lo eterno.” Por otra parte, Aristóteles sostenía que “el tiempo es el número (medida) del movimiento según el antes y el después.”
En la
Antigua Roma, Séneca afirmaba: “el
pasado ya no es nuestro pues lo poseemos tan sólo en el recuerdo; el futuro aún
nos es desconocido, por lo tanto, el presente es lo único de lo que disponemos,
pero éste es tan fugaz como un instante. Por ende, el tiempo no tiene valor sino en cuanto se hace buen uso del mismo, y
aquellos que se lamentan de la brevedad de la vida son los mismos que
despilfarran su contenido en vaguedades.”
Por otra
parte, para Cicerón, en su concepción
pragmática e histórica el hombre tiene
un destino concreto que descubrir y
realizar para poder llegar a “ser”, y si no alcanza a realizarlo “deja de ser”,
pues habría desperdiciado su tiempo, su posibilidad histórica de plasmarse y
dejar un legado para el porvenir. Su visión no es la de un mundo tan sólo
individual, sino de realizaciones colectivas, y su concepción es la de un
compromiso histórico que llevó al mundo romano a reunir culturas, religiones,
idiomas, intereses, bajo un ideal común.
En la Edad Media, San Agustín, pensaba que el
tiempo tiene un componente psicológico, “es la vida del alma” porque el pasado
aún existe dado que podemos recordarlo; el futuro también tiene cierta
existencia pues podemos anticiparnos a lo que sucederá, y el presente
obviamente existe. San Agustín se
preguntaba: “¿Qué
es, entonces, el tiempo? Si nadie me pregunta, sé lo que es. Si deseo
explicarlo al que me lo pregunta, no lo sé. Y sin embargo digo con confianza
que sé que si nada cambiara de un estado a otro, el tiempo pasado no existiría:
y que si nada estuviera aún por ocurrir, no habría tiempo futuro; y que si no
existiera nada en absoluto, no habría tiempo presente”.
En los
Tiempos Modernos, Kant concluía que el tiempo no tiene una realidad fuera de
nuestra mente, nosotros somos los que ordenamos nuestras percepciones del
espacio y de los objetos según una sucesión temporal propia y subjetiva, que ya
existe a priori en nosotros, y que no comprendemos por experimentos o por la
experiencia, sino que es una intuición pura previa a la sensibilidad que capta
el entorno. Del mismo modo que comprendemos lo que está arriba o abajo,
relacionamos los acontecimientos en un antes y un después de modo natural.
Para
Isaac Newton, “El tiempo absoluto, verdadero y matemático, por sí mismo y por su
propia naturaleza, fluye uniformemente sin relación con nada externo, y se le
llama asimismo duración”
En los tiempos contemporáneos, fue Albert Einstein el que provocó la
verdadera revolución en las concepciones sobre el tiempo debido a su Teoría de la Relatividad General. El tiempo
ya no es una magnitud absoluta sino relativa que varía en función de quién y
bajo qué circunstancias se mida, terminando con la concepción de un tiempo
absoluto. No es tan sólo que la percepción subjetiva que tenemos de la duración
de un acontecimiento sea variable, sino que como magnitud física el tiempo es
variable, está también en función del sujeto que la experimenta, dependiendo de
la velocidad a la que se mueve, y en relación con la masa de los objetos, de la
posición estática o en movimiento de quien lo mide, de su posición cercana a
una masa gravitatoria o alejada de ella, y en todos estos casos precisos
relojes marcarán desfases constatables, aún siendo de pequeñísimas fracciones
de segundo. Así, por ejemplo, son hechos ya comprobados que el tiempo
transcurre más lentamente si se mide cerca de una gran masa gravitatoria y que
el tiempo a grandes velocidades, próximas a la de la luz, también se ralentiza.
Einstein postula: “ Nada es absoluto, todo es relativo”. “La
diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión
persistente.”
Stephen
Hawking desarrolló las ideas básicas de Einstein, y se comenzó a hablar de los agujeros negros
como de posibles puertas hacia otras formas de materia o de antimateria, si se
pudiera salir vivo de su tránsito. Se investigaron las concepciones de Einstein
sobre la posible existencia de puentes entre puntos distantes de nuestro
universo, como agujeros de gusano, que podrían ser también pasos hacia otros
universos paralelos, hacia otros mundos ya fueran simultáneos o regidos por
otras medidas de tiempo, y se investigaron los posibles puentes hacia otras
dimensiones no tan sólo físicas sino concienciales.
El tiempo nuestro comienza en el momento en que sucede el big-bang, hace
unos 15.000 millones de años, y a partir de ahí el universo comenzó a
expandirse y a existir. ¿Qué hubo antes de ese inicio? Hawking afirma que poco podemos decir de lo que ocurrió antes, o
en el mismo momento en que comenzó nuestro tiempo, pues antes de esa
singularidad, en que el universo era como una masa muy densa y caliente y el concepto
de tiempo no tendría sentido para nosotros.
Entonces, ¿ Qué es el tiempo, absoluto o relativo?
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