El problema de la divinidad, o acaso mejor planteado de la Causa Primera del Universo
y de sus fenómenos en cuanto permanece ignorado para la razón humana, es el fundamento
de las religiones y ha sido la polémica interrogante de muchas escuelas filosóficas.
Creyentes, filósofos y científicos resultan, a este respecto, divididos por límites difíciles
de franquear.
Para poder intentar comprender la idea de la Causa Primera, Principio Creador o de
Dios, ha ser abordada de al menos dos maneras: la Fe y la Razón. El Dios Religioso es el Ser Supremo, creador y legislador del mundo, al que se adora en el culto y del que se espera la salvación eterna. Requiere necesariamente de la fe o creencia en un determinado número de dogmas o postulados indiscutibles.
El Dios Filosófico es al cual se ha intentado llegar por la razón, ya que del encuentro de la racionalidad del hombre con la realidad total, intenta explicarse el cómo y el por qué de esa realidad, tratando de aclarar su origen y su sentido.
La primera interrogante que plantea el Dios Filosófico es la de su propia existencia. Ante la pregunta, ¿ Existe Dios ?, cada escuela filosófica o filósofo, genera su particular respuesta. Estas son múltiples y variadas pero, en líneas generales, con respecto a esta interrogante, existen dos grandes corrientes del pensamiento filosófico: el ateísmo y el teísmo. El ateísmo, niega la existencia de Dios y está representado por los filósofos materialistas, que no aceptan otra realidad que no sea la materia, no habiendo lugar en este pensamiento para una realidad intangible, distinto a la materia, como es Dios. La divinidad sería sólo un concepto creado por la imaginación humana. Algunos de ellos piensan que
podría haber sido la propia ignorancia del hombre, la que lo habría llevado a crear una
explicación sobrenatural de todo lo desconocido y asombroso que observa a su alrededor.
Otros, entre ellos Freud, sostienen que la religión y la creencia de Dios es una ilusión
infantil, algo que nos entregan en nuestros primeros años y nos condiciona toda una vida.
De los filósofos ateos, entre los más representativos se encuentran Ludwig Feurbach,
Sigmund Freud, Augusto Compte, Friedrich Nietzche, Karl Jaspers, Jean Paul Sartre,
Albert Camus, Bertrand Russell y Karl Marx. Para este último, lo único real es lo que se
puede comprobar mediante la experiencia científica, rechaza en consecuencia, la existencia
de Dios, al que la experiencia positiva de la ciencia no ha podido comprobar en ninguna
parte.
El Teísmo, representado por numerosos filósofos a través de la historia, ha sostenido la
existencia de Dios. La forma en que han demostrado el concepto de Dios, es
indudablemente diferente entre unos y otros. Así para Santo Tomás de Aquino, uno de sus
más connotados representantes, existen cinco vías o argumentos de la existencia de Dios.
Uno de ellos está basado en el movimiento. Dice que el mundo no es más que un conjunto
de seres que se mueven y cambian, lo que supone la acción de otro ser o “moto” que
produce el movimiento. Ahora bien, para producir movimiento, se necesita ser movido por
otro motor y así sucesivamente. La razón dice que debe existir un primer motor que
produce movimiento, sin recibirlo de otro, es decir, aquel que se mueve sin ser movido, a
éste, el filósofo lo llama Dios. Luego, se refiere al argumento basado en la relación de
“causas eficientes”, que dice que todo efecto se produce por una causa, ésta a la vez es
producida por otra y así reiteradamente, siendo necesaria la existencia de una Causa
Primera, es decir, de una causa no causada por otra. A ésta la llama también Dios. Por
último, se refiere al argumento basado en el gobierno de la Naturaleza, según el cual, gran
parte de los seres que viven en ella, carecen de conocimiento y sin embargo, proceden
como si se hubieran propuesto un fin, pues siempre actuan encaminados a lograr el mejor
resultado sin proponerselo. De esto se desprende de que la Naturaleza no procede al azar,
porque carece de conocimiento, lo que denota la existencia de un Ser Inteligente que le da
ese orden. A ese Ser, según el filósofo, le llamaría Dios.
A quienes niegan la existencia de Dios, el Teísmo, responde que evidentemente Dios no
puede ser objeto de una experiencia sensorial, porque no es un ser material. Agregando que
no hay razón, en decir que algo no existe porque no le conocemos.
La segunda interrogante que plantea el Dios Filosófico es la de su naturaleza o esencia.
¿ Qué clase de ser es Dios ? Múltiples son las respuestas que pueden surgir de la pregunta
anterior. Consideraré sólo tres, que son las más significativas. La primera, conocida
con el nombre de Panteísmo, etimológicamente proviene del griego “pan” que significa
“todo” y “theos” “Dios.” Sostiene la creencia que todo es divino. No existe un Dios
personal sino que Dios y el Universo son la misma cosa. Entonces, no habría en esencia,
distinción entre Dios y el mundo. En principio, mantiene que el Universo como totalidad es
divino y que no existe otra divinidad que el Universo y la Naturaleza. Cuando señala que el
Universo es divino no lo entiende como si se tratase de algún poder o personalidad
sobrenatural, sino que se trata de expresar una profunda reverencia y sobrecogimiento por
él, igual al que los creyentes la sienten en su Dios convencional. Se interesa por la
Naturaleza y acepta esta vida como nuestra única vida y esta tierra como nuestro paraíso, si
cuidamos de él. Se revela en la belleza de la Naturaleza y está lleno de admiración hacia su
misterio y poder. No precisa de una vida vivida en la culpa y la ansiedad. Ofrece una
restauración de nuestra integridad física y mental. Este pensamiento está representado por
pensadores, entre otros, como Heráclito, Plotino, Spinoza y Hegel.
La segunda argumentación que se refiere a la esencia de Dios, es el Deísmo, doctrina
que reconoce un Dios como autor de la naturaleza, pero sin admitir revelación ni culto
externo. Para el Deísmo sólo existe la religión racional o natural La revelación divina es
un mito. Suprime lo antropomórfico y ve en la Causa Primera el origen del Universo.
Tiene en Immanuel Kant, a uno de sus más principales representantes. Este separa a Dios
del mundo, pareciendo este un sistema negativo pues dificulta la posibilidad del hombre de
llegar a determinar la esencia de Dios. Kant señala al respecto: “ Este sistema acepta que
el hombre puede adquirir por la razón sólo el conocimiento de la existencia de un ser
originario, pero no puede determinarlo más profundamente...” El mismo filósofo sostiene
en su obra, “La religión dentro de los límites de la mera razón,” que “ la única religión
posible es la moral.” Otros connotados representantes del deísmo son también Voltaire,
Locke y Hume.
Una última argumentación sobre la esencia de Dios, es el Teísmo, doctrina en la cual se
admite la existencia de un Dios personal y providente, creador y conservador del Universo,
aceptando la revelación divina. Especial importancia tiene en la cultura occidental el
Teísmo Cristiano. Los filósofos cristianos, entre los que destacan, Santo Tomás de Aquino,
San Agustín, Teilhard de Chardin, Soren Kierkegaard , Karl Barth y Hans Küng, han
creado una verdadera filosofía de la esencia de Dios, afirmando que el hombre puede llegar
a determinarla mediante el uso de su reflexión y de las consideraciones empleadas para
establecer la existencia de Dios. Sostienen que Dios es un ser perfecto, y según ellos,
racionalmente se puede llegar a esa afirmación considerando su carácter de Primer Motor o
Causa Primera que se ha dado respecto a su existencia, pues Dios mueve sin ser movido.
Es un acto puro, porque produce sin ser producido, lo que indica que Dios es un ser
pleno. Dios es un ser inmutable, porque nada hay que modifique a Dios. Dios es eterno,
porque es un ser sin tiempo, ya que donde no hay movimiento o cambio, tampoco hay
tiempo, sólo hay eternidad. Dios es omnipotente, porque lo puede todo, es poder, justicia,
bondad, sabiduría, belleza, etc. Dios es omnipresente, porque está en todas partes. Dios es
infinito, porque es una perfección sin límite, es un ser sin fin. Dios es único, esta
afirmación se basa metafísicamente en que dos infinitos son incompatibles, ya que un
infinito limita al otro. Dios es creador del mundo, es la finalidad primera de todos los seres
y el fin último del mundo, de cada hombre y fin remoto de todos los seres.
Para muchos librepensadores que proclaman como derecho inalienable la libertad absoluta de
conciencia y de pensamiento para todos los hombres, luchar por el ejercicio de este derecho
y resistir a todo el que pretenda violentarlo, nos invitan a interpretar la Causa Primera según
nuestros propia capacidad cultural, intelectual, emotiva, afectiva y social. Nada es
impuesto, cada uno debe pensar por sí mismo, porque no hay tiranía más monstruosa que la
que trata de esclavizar la conciencia de los demás. Dios puede ser el todo o la nada y por
muchos caminos se puede llegar al concepto de Dios, como también algunos pueden llegar
a plantearse la no existencia de Dios.
Como librepensadores sabemos el derrotero que debemos recorrer, en libertad de conciencia e iluminados por la razón, de acuerdo a nuestras propias capacidades. El camino de la búsqueda de la verdad puede conducirnos a la Causa Primera que es, también, la Causa Última y por ello aceptamos el concepto del Gran Arquitecto del Universo, una de las más naturales y sublimes concepciones,
indicando que “ Con esa denominación, los hombres que pertenecen a cualesquiera
de las comunidades religiosas que se disputan el mundo de los creyentes, pueden reconocer
y adorar sus particulares divinidades. Aquellos otros que no comulgan en religión alguna, pueden ver en el Gran Arquitecto del Universo la substancia universal con sus actividades constructoras, con sus modalidades y leyes propias y fijas, sin causa superior, realizando sus creaciones por causas secundarias, impotente para realizar el milagro, y sin actos providenciales.”
A mi juicio, para terminar podría señalar las siguientes conclusiones:
- El primer problema que plantea la Causa Primera o Dios Filosófico es la de su propia existencia, al respecto, existen dos grandes corrientes del pensamiento filósofico: el ateísmo y el teísmo.
- La segunda interrogante que surge del Principio Creador es la de su naturaleza o esencia. Al respecto, se pueden destacar las principales escuelas filosóficas, agrupadas en las corrientes identificadas como: el panteísmo, el deísmo y el teísmo, particularmente el cristiano.
- La escuela filósofica no impone límite alguno a la libre investigación de la Verdad y exige a todos Tolerancia, a fin de garantizar el ejercicio de la libertad.
- La libertad de pensamiento está, por lo tanto, abierta a los hombres de todas las razas y de todas las creencias. Por lo anteriormente expuesto ha debido adoptar un concepto que nadie rechace fundadamente y que no limite ninguna investigación. Esa norma es la del Gran Arquitecto del Universo. Así, cada pensador, según su cultura, según su idiosincrasia, asigna esencia y reviste de atributos al Gran Arquitecto del Universo y por ejemplo para un ateo este concepto del Gran Arquitecto del Universo implica la substancia universal con sus actividades constructoras, con sus modalidades y leyes propias y fijas, sin causa superior, realizando sus creaciones por causas secundarias, impotente para realizar el milagro, y sin actos providenciales.
Que buen artículo Marco, especialmente en un tema tan vigente hoy como es la creencia religiosa que por un lado puede dar grandes consuelos y por otro causar guerras, persecuciones y otros desastres.
ResponderEliminarSobre la existencia de Dios creo que hay una tercera escuela que es el agnosticismo, que no afirma ni niega su existencia proponiendo que es un problema que está fuera del alcance del conocimiento humano: que nadie puede asegurar, ni por fe ni por razonamientos la existencia o inexistencia de Dios, o por lo menos quien lo asegure no tiene argumentación suficiente para que sea aceptada por todos los demás.
El agnosticismo tiene cierto sentido si pensamos que si la existencia de DIos fuese evidente e irrebatible no podrían existir ateos, y si su inexistencia pudiera asegurarse tampoco podrían existir los creyentes, el hecho que algunos afirmen y otros nieguen es un buen indicio de que no hay forma de asegurar una u otra opción de manera irrebatible.
Por otra parte las religiones monoteístas, bien entendidas, yo creo que no pueden ser tolerantes. Me parece imposible que un verdadero creyente sea tolerante con el error o la mentira, pues si está convencido de su religión también deberá estar firmemente convencido que los que no la comparten están equivocados o mienten. En ese sentido yo creo que los católicos que no toleran asuntos como la contraconcepción o el aborto son consistentes con su fe, igual que los musulmanes que entran en guerra contra los "infieles", simplemente eso es lo que les exige su religión y si no lo hacen no están cumpliendo con deberes sagrados.
La idea del Gran Arquitecto tiene la ventaja de ser amplia y dejar abierta la interpretación de cada cual, que le da forma de acuerdo a sus propias ideas pero, ¿que pasa con los ateos entonces? Bajo ese esquema creo que quedarían fuera del esquema de libertad de pensamiento.
Saludos!
tomas
Tomás:
ResponderEliminarGracias por tus conceptuosas palabras y corregí el artículo que tu habías leído previamente para dar énfasis a tu inquietud.
Un fraterno abrazo,