domingo, 15 de julio de 2012

¿Cómo prevenir el sedentarismo en niños?

     Los niños y adolescentes pasan muchas horas por día frente a la televisión y la computadora. Una guía canadiense y una investigación de JAMA se explayan sobre la importancia de reducir el sedentarismo en menores, con el fin de prevenir el desarrollo prematuro de las enfermedades no transmisibles.


Los bajos niveles de actividad física y el sedentarismo en la infancia son temas importantes de salud pública porque han sido identificados como un destacado contribuyente al desarrollo prematuro de las enfermedades no transmisibles, de acuerdo a "Guía sobre sedentarismo entre 0 y 4 años de edad", una guía clínica realizada por la Sociedad Canadiense de Fisiología del Ejercicio (CSEP) desarrollada para orientar a padres y educadores sobre cómo prevenir el sedentarismo en niños desde el nacimiento y hasta los cuatro años.

Dentro de las directrices de esta guía canadiense, se sugiere minimizar el tiempo de vida sedentaria en los niños durante las horas de vigilia. Entre ellas, incluye la recomendación de que el menor no permanezca más de una hora sentado en un coche de paseo o silla alta. Además, manifiesta que
para un mejor desarrollo físico, cognitivo y de salud emocional en los menores de dos años no es recomendable la televisión ni la computadora, y en niños entre dos y cuatro años debería limitarse a no más de una hora por día.

Asimismo,
"Moderate to Vigorous Physical Activity and Sedentary Time and Cardiometabolic Risk Factors in Children and Adolescents", una investigación publicada en Journal American Medical Association(JAMA) que se basó estudios realizados entre 1998 y 2009 de la base de datos de la Acelerometría Internacional de Niños,  brinda recomendaciones sobre este tema. Anuncia que expertos internacionales en salud pública concuerdan que niños y adolescentes deberían realizar diariamente como mínimo sesenta minutos de actividad física entre moderada y vigorosa, con el fin de reducir la adiposidad y riesgo cardio-metabólico. E informa, además, que los estudios sobre intervenciones de ejercicios sugieren que la actividad física moderada o vigorosa reducen las concentraciones de postprandiales de triacilglicerol y la sensibilidad a la insulina en niños con peso normal y sobrepeso, y mejora la presión arterial sistólica en adolescentes normotensos.

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